Solo es uno de esos días extraños...
En los que la complejidad, se conjuga en términos incomprehensibles...
En los que la respiración, se transforma en un demonio que custodia tus miedos...
En los que las notas de las partituras se mezclan, y se llevan uno, dos, tres compases de por medio...
Corcheas y negras cabalgan en un pentagrama con peligrosas curvas...
Los silencios devoran uno a uno los tiempos, los matices...
Solo es uno de esos días extraños...
En los que te encuentras ante un muro de cristal...
Del que solo puedes sentir...la frialdad, aun cuando del otro lado irradia el sol...
Del que solo puedes ver...no sentir, cual mariposa posada en la campana de una rosa azul...
Solo es un de esos días extraños...
En los que ves por doquier, restos de sangre pasada...
En los que sientes, susurros de esa voz maldita...
En los que pierdes la noción de espacio y tiempo, de razón y anhelos...
Solo es uno de esos días extraños...
En los que tienes las manos atadas, aun cuando puedes moverte...
En los que tienes una mordaza, que fractura tu mandíbula cada vez que intentas abrir tu boca...
En los que tus ojos, contienen el brillo que precede a la marea...
Solo es uno de esos días extraños...
En los que eres ajeno a ti mismo...
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