Gracias a un soplo de viento que le gritó a la lluvia palabras al vacío...
Hoy he visto a un hombre que lucía un tanto mayor...en su exterior mostraba marcas de cansancio, ojeras moradas, cicatrices en la piel, cabello alborotado. Pude percibir un dejo de gracilidad en sus ojos, denotaba cuan niño era, cuan pequeño era.
En cada lágrima, un poco de esa niñez se iba...
En cada ojeada furtiva, un poco de esa gracia se perdía, se desperdiciaba...
En cada suspiro, las ganas de vivir flotaban en el cargado aire...
Su rostro estaba a punto de estallar...
Se podía sentir como la sangre se acumulaba en sus pómulos,sus párpados, su lengua...
Sus orejas no pudieron estar mas rojas...
Su mandíbula apretujada mostraba la forma de cada hueso...
Sus ojos borrosos, enraizaban los pensamientos a la mirada...
No debería mirarme al espejo cuando lloro.
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