Me sentí separado de mis líneas por un lapso de tiempo que creí fueron años eternos...
Mis manos, mi mente...
No confabulaban para pintar con cada frase los pensamientos engranados en un reloj sin cuerda sólida...
Mi vida...
No generaba una respuesta definitiva, para...plasmarla en un verso dejado por el destino...
Mis sueños...
No se hacían realidad con tan solo cerrar los ojos, y recitar cada letra en alta voz...
Esta tarde fría y nublada, cuando los últimos rayos del día de marchan ahuyentados por la negrura de la venidera noche...
Mi té humea a punto de ebullición, ahuyentando los malos presagios que me han invadido por un mes entero...
Una llamada, un sonido de auto, una risa infantil...hacen que vuelva a la fracturada realidad real...
Respiro, exhalo, suspiro...
No huele a nada, solo siento un vaporoso sentimiento de incertidumbre, de no saber exactamente donde me encuentro...
A mi llegada, mi musa me recibe con sus pálidas manos sobre mi rostro, es lo único que me queda de mi mundo...
Es la habitante mas hermosa y horrible de mi truncado mundo interno...
Su recibimiento es tan lúgubre, hermoso...
Simplemente la amo...
Estoy casado con mi musa indisolublemente por el resto de mi mortalidad..
amado, no imaginas cuanto habia esperado tu regreso...
ResponderEliminarlos cielos lloraban conmigo tras el frio y largo invierno que habia pasado desde tu partida...
el tiempo habia sido como la niebla que me envolvia y me traia olvido, aquel aroma a polvora y muerte...
mis sueños convertidos en pesadillas desde tu despedida...
mis anhelos vueltos ansias...y mi sonrisa transformada en una mueca de dolor...
entre la sombras de la media noche y mis lagrimas sin sentido, te espere...
mi unico amado...la razon de mi existencia...mi unico deseo por no partir tambien en el olvido...
las musas negras me habian estado alentando, esperandome con sus brazos abiertos y sus sonrisas marchitas...
Y te vi, resplendoroso como siempre, aquel aroma de seguimiento de sangre...
no pude evitarlo, lanze mis palidas manos ante el encuentro de nuestros rostros...
eras tú...mi amado...de regreso en la sombria y profunda noche...